"Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar".

- ¿De qué murió, doctor?

- Se asfixió con las palabras que nunca dijo.

Iluminada tras ver la película (altamente recomendable) de El Efecto Mariposa, estoy aquí para escribir sobre la vida. ¿Qué es la vida? Para los científicos, el hecho de nacer, reproducirse y morir; para tantos, el mayor regalo que se les podría haber hecho nunca; para otros, un accidente que no debería de haber ocurrido. Para mí, la vida es un instante de tiempo. La vida es corta, intensa, irrepetible. Sólo tenemos una oportunidad para vivirla, y debemos aprovecharla.

Yo no soy de esas personas que creen en el destino. No creo que haya una fecha marcada en la que deba morir. No creo que los mayores logros que vaya a conseguir a lo largo de mi vida ya estén escritos. Muchos de los que creen en el destino lo hacen para sentirse respaldados, para asegurarse de que hay una red debajo preparada para cualquier tipo de caída. Si algo no sale como se desea, es porque el destino lo ha marcado así. "La culpa es del destino". Yo soy más partidaria de la causa-efecto, acción-reacción, como queráis llamarlo. Si algo me sale mal, sé que es culpa mía. Sé que he hecho algo mal y quizá me lleve un tiempo superarlo, pero la vida es o una aventura arriesgada o nada en concreto. Todo depende de las acciones que uno decida hacer. La vida es un resultado, y nada más. 

Por otro lado tenemos la suerte, esa hada que nos ayuda cuando estamos apurados, o la bruja que nos jode cuando menos lo esperamos. Tener buena o mala suerte es decisión del azar, aunque yo creo que está relacionado con la mentalidad positiva o negativa de la persona. La suerte juega un papel importante a la hora de tener una buena o mala vida, pero nunca será más poderosa que el trabajo duro y constante guiado por la tozudería.

Una de las palabras que más odio y que provoca la pérdida de millones y millones de oportunidades cada día es la vergüenza. La vergüenza es un asco. La vergüenza es la falta de confianza, es creer que no vales para una cosa determinada. Pero si lo pensamos bien, la vergüenza no es nada. Un día seré anciana y quizá no pueda hacer ni la mitad de cosas que puedo hacer ahora. Para entonces, espero no tener que pensar en todas las cosas que podría haber conseguido si me hubiera atrevido a hacer tal o a hacer cual. En mi lecho de muerte, creo que la palabra "vergüenza" me haría reír, porque al fin y al cabo es sólo eso, una palabra.

Ya es pasada medianoche y quiero llegar a una conclusión: la vida puede variar en un instante, dependiendo de las decisiones que uno tome. Por eso yo recomiendo hacer lo que uno sienta y no hacer lo que uno no sienta. No importa lo que los demás piensen. No importa que te juzguen. No importa que te miren mal. Los que critican no se atreven a vivir una vida en la que se sientan totalmente a gusto, porque tienen miedo a las reacciones ajenas. Lo que importa es que cada paso que hayas hecho en tu vida, lo hayas hecho porque tú has querido. Si esperas vivir una vida adaptada a los demás, ¡adelante!, pero nadie va a hacer el esfuerzo de construirte una vida perfecta para ti. 

Si siempre haces lo que te interesa, al menos una persona estará satisfecha.      

- Katharine Hepburn.

Judit. StorytellerX.