Este año ha sido clave. He cumplido muchas de las promesas que me había propuesto, me he superado en muchos sentidos, he sabido reaccionar ante ciertas circunstancias, he dejado de lado mi timidez y he conocido a personas realmente maravillosas. Este año ha sido un buen año, ¿pero podría ser mejor? Claro que sí.
Este 2015 va a ser mi año, teniendo solamente dos propuestas. La primera es mejorar en salud. Desde muchos años siempre había estado rellenita, y este verano decidí acabar con mi etiqueta. Ahora tengo un peso normal, pero quiero habituarme a hacer mucho deporte. Para ello, me he apuntado con mi muy muy buena amiga de la infancia (cuyo pasado es parecido al mío) a una carrera de 10 km en abril. ¿10 KM? Lo sé, pero es la única manera de que todo rule como quiera. Una buena salud te garantiza muchas cosas (y te sube la autoestima).
Mi segunda propuesta no tiene nada que ver con mi estado físico, con sentirme bien por fuera ni nada de eso. Este año que viene me propongo una cosa que si la cumplo, voy a ser más feliz que nunca: hacer lo que sienta, pasar de lo que piensen los demás de mí y encontrar el máximo bienestar psicológico y emocional. Con esto, también me propongo quejarme. Debo aprender a decir lo que no me gusta y proponer cosas alternativas. Es cierto que también deberé sacrificarme, pero siempre con el fin de encontrar un balance entre lo que doy y lo que recibo. En definitiva, me propongo hacer saber lo que se me pasa por la cabecita (y el corazón), sea bueno o sea malo.
Concluyendo, me propongo que este año sea el mejor que haya vivido nunca. Espero que a todos los que me rodean les aguarde también un muy buen año repleto de amor, felicidad, salud y mucho optimismo:)
¡Feliz año nuevo, que todo es posible! :*
Judit. Storyteller X.