¿Qué os dice esta imagen? Flipadísimos que estaréis... ¿verdad? Algunos estarán riéndose a carcajadas y otros preguntándose: ¿pero que coj*nes es lo que está pasando aquí? ...esto ahora es algo habitual. Es algo que suelo ver, desgraciadamente.
Recuerdo cuando iba a primero de primaria y veía a los de
quinto y sexto curso muy grandes, me daban miedo… mis compañeros y yo les
teníamos mucho respeto, no habían agallas para meterse con uno de esos gigantes.
A medida que fui creciendo me di cuenta que no era para tanto, seguía siendo una
criaja al fin y al cabo... y en sexto, ¡los niños de la ESO me daban pánico!
Cuando llegamos a
cuarto grado de instituto ya éramos los mayores de nuestro colegio, ahora creíamos
tener el control ¡y absolutamente nadie nos iba a parar! Pero… con lo que nos
encontramos al estar ahí fue que los niños de cursos anteriores e incluso los
pequeñajos de primaria no nos tenían ningún respeto. Nos tiraban papeles en la
hora del patio, los niñatos nos decían a las chicas que estábamos muy buenas e
incluso alguna otra blasfemia como “¡chúpamela!” con risitas de fondo…
Fui creciendo con los años (claro está) y me cambié de instituto para
cursar bachillerato, y ahora al llegar a segundo me doy más cuenta que los
menores ya no son lo que eran antes, o mejor dicho… como mis compañeros y yo solíamos ver “normal” la manera de comportarse delante de nuestros mayores: con
respeto, educación y no metiéndose con ellos. Ahora no hay nada de eso. Algunas
niñas de nueve años ya escriben “fantasías sexuales” en wattpad con sus ídolos, mientras yo a
esa edad jugaba a que Barbie y Ken se
besaran (y aun así me parecía muy subidito de tono). Los niñatos de once añitos
van haciéndose los chulos por la calle fumando y haciéndose unos petas con sus
colegas en un parque… mientras yo a esa edad aun jugaba allí. Con trece años ya
los ves de fiesta en discotecas, cuando yo recién empecé a salir con mis amigas
al cine y me pasaban a buscar a las siete de la tarde. Con catorce años las chicas
se visten con mini-faldas que parecen cinturones y los chicos las buscan para aprovecharse
de ellas… encima estas se dejan, cuando yo a esa edad tuve mi primer novio. ¿Dónde
está la infancia? ¿Dónde están los tazos, las muñecas, las Nintendos, los
libros y los cómics? ¿Dónde está aquél respeto? Ahora pequeñajos nos van
insultando porque se aburren… yo no recuerdo ser así, tampoco recuerdo que
fuesen así los otros niños de mi generación. No sé si ahora la sociedad tiene
más prisa por crecer, más prisa por ser mayor… pero ser mayor no consiste en
ser un irresponsable o un maleducado, eso es ser inmaduro, y se supone que con
la edad lo que vamos ganando son puntos de madurez. La vida con la experiencia nos
va enseñando a cómo ganarla. Yo sé que no todos los chiquillos son así, pero
hay que hacer algo para que el futuro de nuestro país no se vaya a la mierda,
literalmente.
La educación es fundamental y si desde chicos nuestros
padres lo hacen correctamente, estas cosas… no pasarían.
No tengamos prisa por crecer y madurar… vivamos el momento a
su ritmo. Porque aunque la vida sea corta, correr no hará que sea más larga.
Carolina (Storyteller W)